FlorilegioGarcía Monge y cía., editores, 1920 - 54 pages |
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20 ctvs 50 ctms ábside Alfonso Reyes alma andaluz Antonio Machado Arpas y liras arquitecto asirme Borgoña breve y paralela cabra montés calleja Caprichos Góticos Caprichos Románicos Castilla conde conque CONVIVIO corazón seco Costa Rica cuchillo venenoso Delgadina Dime dolor estoy doña Sancha Editores SAN JOSE Enrique Diez Canedo eres Evoluciones farol Florilegio Galeras de plata Garba García Monge guitarra metafísica hermanas hija infante don García José de Costa José Moreno Villa Labor breve llanto virgen locura Luchas de Pena Luego lo supe Madrid Monge y Cía mundo nadie ojos oro am Pasajero PEDRO HEnríquez Ureña Pena y Alegría pensamiento perdido el ritmo poesías poeta quiero rabeles Remota sombra río azul RITMO ROTO Rocío Rubén Darío sabes Santa María selva del dolor SELVA FERVOROSA selva se encrespan sombra que acudes sujetarás al plano tajóle tarde violeta templo torre de mis transfiguración tronco Véspero azul vestido la Pena
Popular passages
Page 19 - GALERAS DE PLATA Galeras de plata por el río azul... ¿Dónde vais, afanes de mi juventud? Abiertas las velas y los estandartes, reís en las febles entrañas del aire. Galeras de plata por el río azul, que sois los ensueños de mi juventud. ¿No habrá un banco donde las proas encallenl ¡Ay, la irresistencia del agua y del aire!
Page 7 - JOSÉ MORENO VILLA pertenece a la aristocracia cerrada de la literatura española. No lo digo como metáfora de elogio; hablo en términos de clasificación estricta, técnica. Quien observe el cuadro actual de la literatura española con sentido de la estrategia literaria (arte sobre el cual saben tantas cosas los franceses) se dará cuenta de que existen en Madrid cinco clases. Una, los escritores que están fuera y por encima de todo grupo, ya por su mérito excepcional (tal fue el caso de Pérez...
Page 26 - Ése es todo el misterio, oh llanto milagroso; y por mi corazón fluye un río sonoro; y mi alma se irisa, y el anhelo llamea de nuevo en las heridas. Pero este anhelo tiene un sabor más humano, con picor de claveles y dulzuras de nardo. Oh, endecha de la carne, oh, clamores en coro, oh, cuerna melancólica de la selva, los potros siempre sumisos, rompen las tiránicas bridas; decidme, ¿de qué rama pende la fruta viva?
Page 23 - En el concierto de los cien millones de vástagos frondosos, ¿hay un asta que desinteresadamente obre? En la legión estaba sola el alma. No hay que esperar socorro del hermano; suspenso estoy en el vacío, y tengo para asirme que asirme a los espacios. Esa leona de la fuerte garra, o ese bisonte de acerado cuerno, una apacible tarde del estío desgarrarán tu adolescente cuerpo.
Page 8 - ... es interesante", a la inglesa. Juzgan rápidamente las cosas mediocres, y no vuelven a hablar de ellas. Pero sus exigencias reconocen límites prudentes: cuando el escritor representa valores nuevos, aunque tenga extravagancias personales, como Valle-Inclán, o Pío Baroja, se le incluye en el círculo selecto, sin esfuerzo, y aun sin que ellos lo sepan. Para dar idea de lo que es la clase, bastará mencionar unos cuantos de sus miembros mejor conocidos: Unamuno es su filósofo místico ; José...
Page 9 - Unamuno es su filósofo místico; José Ortega y Gasset es su filósofo intelectualista : Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado son sus principales poetas; Azorín es su crítico; Enrique Díez-Canedo es su humanista moderno... En la pedagogía social, la clase entronca con la Institución Libre de Enseñanza, con la clara y fecunda tradición de Giner.
Page 12 - Música meridional entre todas: la guitarra morisca que "sale gritando" en los versos del Arcipreste. No me atrevo a asegurar que mis preferencias meridionales (mis preferencias van cada vez más y más hacia el Sur) habrán de ser compartidas por todos. En el libro de Evoluciones hay mucho que espigar; en el dominio de la forma, revela a menudo seguridad mayor que la precedente; y tal vez dos o tres poesías de Labor breve y paralela (por ejemplo, "Otoñal", "Tarde romántica") sean, si aisladamente...
Page 7 - todo el mundo", la democracia literaria del periódico y del libro improvisado, donde no faltan a veces grandes talentos, como el humorista Julio Camba. Otra, el círculo de las reputaciones oficiales, ya menudo artificiales o inexistentes, resto de la época de la Restauración: por ejemplo, muchos académicos. ¿Sabe nadie, entre el público de simples lectores, quién es el señor Sandoval, o qué ha escrito el señor Gutiérrez Gamero?
Page 33 - He perdido el ritmo y sólo veo fealdad: deshechas las arquitecturas; los colores sin separar; las palabras, vasos rotos, que cortan la verdad. He perdido el ritmo y sólo veo mi maldad. No entiendo mis palabras viejas ni tampoco lo que es suspirar. El bien se quebró en mi alma y no lo pegaré jamás. ¿Son los años?, ¡dime! Yo sólo supe meditar; y acaso, acaso se deforme el mundo con el pensar. ¡Dime! ¡Dime! ¿Dónde hallo el ritmo de dulce y hondo compás? ¿En el mundo de las personas?
Page 24 - Hay que hacer la corteza para entonces resbaladiza concha de galápago. Robustecer debemos el vestido porque la muerte es hija de lo blando. Solo en la selva del dolor estoy...